A veces creemos que lo que sentimos es solo nuestro: esa tristeza que no se va, ese bloqueo que vuelve una y otra vez, esa sensación de no avanzar por mucho que lo intentes. Pero... ¿y si lo que estás cargando no fuera solo tuyo? Sí, lo estás sintiendo tú, te está afectando a ti, pero puede tener que ver con alguien más. Con un alma que no ha podido irse. Un desencarnado que, por duelo, por miedo, por un lazo kármico o por asuntos no resueltos, sigue pegado a tu campo energético y está interfiriendo en tu vida sin que lo sepas. No es raro. Y no estás sol@ en esto. Lo importante es reconocerlo, abrir conciencia y empezar a liberar lo que no te pertenece.
En muchas sesiones de Registros Akáshicos o canalizaciones, la raíz del malestar no siempre se encuentra en tu historia personal. A veces, lo que estás sintiendo —una tristeza que no entiendes, una sensación de vacío, un cansancio que no mejora, o incluso pensamientos que no parecen tuyos— tiene su origen en vínculos invisibles que tu alma ha heredado o que se han adherido a ti sin que te dieras cuenta.
Herencias transgeneracionales y presencias no encarnadas
Puede tratarse de un ancestro que no ha logrado trascender. Muchas veces se trata de un familiar fallecido, un no nacido o alguien que ha quedado “entre dos mundos”, sin haber podido volver a la luz por miedo, culpa, apego o desorientación. Su historia y sus emociones no resueltas se quedan en el campo familiar… y buscan liberación a través de quien está más disponible. A veces esa persona eres tú.
Otras veces, lo que aparece es una presencia desencarnada que no pertenece a tu linaje, pero que se ha pegado a tu campo energético. Esto ocurre especialmente en personas con sensibilidad elevada, sin saberlo, o que han estado expuestas a ambientes con fuerte carga emocional (hospitales, duelos, abortos, rituales, etc.).
Algunas de estas entidades buscan simplemente orientación. Pero hay otras que son burlonas o parásitas, y se alimentan de la densidad emocional: discusiones, miedo, tristeza, culpa. Crean caos porque ese caos es su alimento, igual que para nosotr@s lo es la comida física. Cuando están presentes, la persona puede sentirse desconectada, agotada, mentalmente nublada o incluso perder el rumbo de su vida.
Portales abiertos: una puerta sin guardianes
En estos casos hablamos también de portales abiertos. Son fisuras energéticas, en tu campo áurico, que permiten el acceso de energías ajenas. Tod@s nacemos con una protección natural, pero esta puede romperse por diferentes razones:
-Desde la gestación (si hubo trauma, separación, amenaza o desconexión).
-Por abuso de fármacos, alcohol o drogas.
-Por ceremonias con plantas medicina, que, aunque tienen una intención espiritual elevada, pueden abrir portales si no se hacen con consciencia y verdadero conocimiento. A veces se presentan como “viajes de sanación” sin un verdadero sostén energético. Y meses (incluso años) después, algunas personas comienzan a enfermar física, mental o emocionalmente… sin saber por qué.
-Por rituales o prácticas espirituales mal guiadas o sin preparación. Y un largo etcétera.
En estos casos, los decretos positivos o las buenas intenciones no bastan. Es necesario limpiar lo que se ha quedado abierto y cerrar los portales que ya no te corresponden sostener.
¿Y si esa apertura es parte de tu misión?
No todo lo que parece un problema lo es. Puede que estés experimentando esto porque tienes, sin saberlo, una habilidad energética desarrollada en otras vidas. Algunas personas no están “poseídas”, sino que han venido a ayudar a almas en tránsito, pero aún no saben cómo. Si ese es tu caso, en sesión canalizamos para entender el para qué, y recibir herramientas para aprender a gestionar tu campo energético con claridad y protección. Porque sí: tener esta sensibilidad no siempre es un regalo, pero sí puede convertirse en una herramienta poderosa de servicio… cuando se comprende y se ordena.
¿Qué hacemos en sesión?
Durante la sesión, se abre un espacio seguro y canalizado donde todo lo que llega lo hace con un propósito sanador. Canalizo desde tus Registros Akáshicos, tus Guías o tu Yo Superior, para que esa información pueda verse, comprenderse y moverse. A veces es necesario liberar, otras veces simplemente comprender.
Si hay portales que cerrar, se canaliza cómo hacerlo y desde dónde. Si hay almas que piden luz, se las acompaña con amor, respeto y sin juicio.
Nada se impone. Todo se muestra desde el amor.
Y siempre desde el respeto a tus tiempos, tu proceso y tu verdad interior.
Hay momentos en los que lo que te pasa no puede explicarse solo con la mente. Si sientes que algo no encaja, si llevas tiempo en bucle, con síntomas extraños, cansancio extremo, pensamientos oscuros, cambios bruscos de humor o situaciones que rozan lo surrealista, quizá estés lidiando con energías densas que se han pegado a tu campo.
Esto puede venir de portales abiertos, ya sea por consumo de sustancias, prácticas energéticas sin contención, rituales mal guiados, o incluso desde la gestación, si tu campo energético nació con fisuras.
En esos casos, las sesiones no son suaves. Son directas, profundas, claras.
Aquí se trabaja de verdad.
Hay entidades que no se van sin resistencia, larvas energéticas que llevan tiempo alimentándose de tu energía, y bloqueos que han sido reforzados por años de dolor. No es sencillo. Pero sí es posible.
Y si resulta que tú mism@ tienes una habilidad especial para ayudar a otras almas, pero aún no sabes cómo manejarla… también lo descubriremos junt@s. Porque no todo lo que te pasa es un castigo: a veces es un llamado.
No estás sol@. No estás loc@. No estás perdiendo el control.
Aquí hay un espacio donde lo que vives tiene un sentido y una salida.
Y, sobre todo, hay una forma de volver a ti.
La medicina tradicional no alcanza esto;
Trastornos mentales NO, entidades pegadas SÍ
La gente, por miedo, por temor a que crean que están locos, lo ocultan, lo callan, lo suprimen, y estas entidades andan de fiesta, dándose el festín, mientras aislan cada vez más a la persona que está invadida. Al no comunicarlo, estos otros se aprovechan y alimentan de las emociones densas como el miedo, la confusión y el aislamiento.
La medicina tradicional lo único que va a hacer es medicarte para la bipolaridad, esquizofrenia, neurosis, psicosis, puntos obsesivos, bajando aún más tus defensas naturales, atontándote, anestesiándote, y sin poder defenderte, sin poder realmente… quitándote tus herramientas naturales para darte cuenta de que a lo mejor lo que tienes, lo que probablemente tengas, es un muerto en la espalda.
La apertura de estos portales, como ya he explicado, puede deberse a un ancestro, a alguien que está en tu familia, pero también por tu profesión, si estás en contacto con personas en duelo o fallecidas.
Y mucho ojo con los rituales de plantas medicina o ceremonias ancestrales, porque hay un turismo espiritual alrededor de esto. Es fundamental entender que estas prácticas son para quienes están verdaderamente preparados para abrir y controlar esos portales, y que las personas comunes no siempre están listas para ese nivel de apertura.
Un tema difícil de hablar… pero más común de lo que imaginas
Sé que hablar de esto no es fácil. Da vergüenza, miedo o simplemente no se encuentra con quién compartirlo. Muchas personas lo viven en silencio, sin saber que lo que sienten tiene una causa energética real. Y sí: es mucho más común de lo que parece.
Si algo de todo esto resuena contigo, aunque no tengas todas las palabras para explicarlo, puedes escribirme sin compromiso. Estás en un espacio seguro. Sin juicio. Con respeto. Con compasión.
Y si sientes que es el momento, agenda tu sesión. Estoy aquí para acompañarte.
Hay presencias que no ves… pero te acompañan.
Hay ocasiones en las que, tras la muerte física, el alma no termina de hacer su tránsito. Se queda cerca de este plano, a veces pegada a una persona, a una casa o a un clan familiar. Esto puede ocurrir por múltiples razones, y no siempre somos conscientes de su presencia, pero sí de sus efectos: cansancio inexplicable, tristeza que no es nuestra, bloqueos repetitivos, patrones que no se rompen…
Algunas de estas almas no se van porque su muerte fue repentina: un accidente, una enfermedad rápida, una partida inesperada. Otras veces eran jóvenes, nadie lo esperaba, no estaban preparados. El entorno tampoco lo estaba. Frases como “no te vayas”, “no puedo vivir sin ti” o simplemente la pena intensa de los que se quedan, pueden anclarlos a este plano.
También hay desencarnados que permanecen por culpas no resueltas, perdones no dichos, miedos no atendidos. A veces, la propia idea del “más allá” —distorsionada por religiones o creencias rígidas— les hace temer lo que van a encontrar. Y se quedan, atrapados entre mundos, en un limbo emocional y energético.
Otros se quedan por pactos no conscientes. “Hasta que la muerte nos separe” no es una frase inocente cuando entendemos que el alma no desaparece al dejar de respirar. Hay quienes, por amor o por carga, esperan a su pareja, a su hijo, o siguen queriendo proteger al clan. A veces se quedan porque creen que no han valido lo suficiente, que no vivieron bien, y se quedan atados por necesidad de redención. En muchas familias hay almas de generaciones pasadas que siguen cerca, porque algo quedó sin cerrar.
Y al no haber traspaso, también se abre el campo energético. Es como una discoteca sin portero: cualquier entidad puede entrar. Algunas de estas entidades nunca han tenido cuerpo. Se alimentan del dolor, del caos, del juicio, de la rabia no expresada. Si hay drogas, alcohol o trauma, esa entrada se amplía. La fisura es más grande. Y así, las energías ajenas terminan viviendo a través de nosotr@s.
Todo esto no tiene por qué darnos miedo. Tiene que darnos conciencia. Porque hoy podemos hacer algo. Podemos liberar esas almas, llevarlas a la luz, acompañarlas con amor, no desde el drama ni el rechazo. Y también hacernos responsables de nuestro presente, para no dejar en esta vida nada pendiente: ni disculpas, ni promesas rotas, ni palabras no dichas.
La verdadera sanación consiste en vivir en coherencia, en honestidad, en amor, sabiendo que cuando lo hacemos, no dejamos nada que nos ate ni que ate a otros. Así liberamos a quienes vinieron antes, y dejamos el camino limpio para quienes vendrán después.
Visita mi canal de YouTube donde encontrarás mis vídeos informativos sobre Registros Akáshicos, Epigenética, Biodescodificación, Pactos Kármicos, Desencarnados y muchos otros temas.
Cuando pulses en el vídeo o en el logo, se abrirá para verse aquí mismo. Si haces clic en “YouTube” en la barra inferior del vídeo, accederás directamente a mi canal.