En cada proceso terapéutico que acompaño, tanto en Almara como en MAP, siempre comenzamos con la apertura de tu Registro Akáshico.
Este es el punto de partida: abrir el canal para que tu alma y tus guías puedan mostrar lo que está listo para ser visto, comprendido y transformado.
Después viene la sesión individual personalizada, donde toda esa información que llega desde el plano sutil se aterriza y se convierte en algo práctico, claro y aplicable en tu día a día. Es aquí donde la comprensión baja a tierra, toma forma y se integra en tu presente, ayudándote a transformar tu realidad desde dentro.
Las distintas técnicas que uso no se aplican de forma rígida ni automática, sino que van surgiendo y combinándose según lo que se necesite en cada momento. Yo no decido desde la mente qué usar, sino que me dejo guiar por la energía del proceso, por los movimientos que se abren, por lo que canalizo para ti.
A veces, en una misma sesión, puede aparecer información de la memoria celular del clan, otras veces se activa una emoción bloqueada de la infancia, un programa limitante o incluso una vida pasada. En las sesiones personalizadas también canalizo preguntas específicas para ayudarte a mirar dentro, a conectar con tu propia sabiduría y llegar tú mism@ al clic interior, a ese “ajá” que transforma.
Aquí te explico en qué consiste cada una de estas técnicas, no porque tengas que usarlas tú o entenderlas a fondo, sino para que te hagas una idea de la potencia que tienen —y más aún cuando se combinan.
Si una vía no abre la puerta, lo hará otra.
El objetivo siempre es el mismo: llegar a la raíz profunda de lo que hoy te está quitando la paz.
Te invito a explorar cada una de ellas. Seguro que algo en ti resonará.