No importa qué religión practiques, qué creencias tengas o qué medicación estés tomando. Abrir tus Registros Akáshicos no interfiere con ningún tratamiento ni terapia alternativa. Es más, por mi experiencia, en muchos casos lo sustituye, porque vamos directamente a la raíz de lo que te está bloqueando o haciendo daño.
Se trata de conexión profunda con la Memoria del Alma. Cada pensamiento, sentimiento, vivencia o emoción no comprendida, no procesada o no sanada —ya sea en esta vida, en vidas pasadas, o en las vidas de tus ancestros— queda almacenada en tu subconsciente.
Por eso, a veces no encontramos soluciones desde lo racional: simplemente no somos conscientes de lo que nos pasa.
Desde el primer instante de tu primera vida hasta hoy, todo queda registrado en el Campo Akáshico. Cada dolor que no pudiste sostener, cada emoción desbordada que no supiste manejar, quedó encapsulada… y sigue resonando en ti, manifestándose como bloqueos, miedos o síntomas en tu presente.
La apertura de tus Registros es el primer paso en cualquier acompañamiento terapéutico que ofrezco.
No necesito que me cuentes nada. No hacemos una cita previa. Solo me mandas tus datos y una pauta general de aquello que deseas comprender o mejorar.
Yo canalizo tu información, sin filtros, sin juicios, sin intervención mental.
Es una canalización a distancia, sin contacto directo. Puedes estar en el otro lado del planeta mientras yo me conecto con tus guías, tu Yo Superior y los Seres de Luz que se presenten para ayudarte.
Cada lectura es única y está totalmente adaptada a tu proceso actual.
A veces canalizo también mensajes de vidas pasadas, vínculos transgeneracionales, memorias del proyecto sentido, constelaciones familiares, portales energéticos abiertos...sea dónde sea que esté la raíz de lo que te ocurre.
Yo no elijo la vía: ellos me muestran lo que tú necesitas comprender ahora.
La información llega con una claridad sorprendente.
Quizá quieres sanar un tema económico, y lo primero que aparece es un programa heredado de un ancestro.
Aunque hoy luches y trabajes, algo dentro de ti frena ese avance.
Ese es el tipo de información que encontramos.
Imagínate que fuiste monja de clausura en otra vida.
Aunque hoy tengas pareja, quizá tu subconsciente bloquea el goce o la entrega sexual. No por esta vida, sino por otra.
Al quitar la primera piedra de tu bloqueo, la columna entera empieza a caer.
Durante la lectura realizo un trabajo de Sanación Cuántica, moviendo la energía a tu favor.
No solo recibes información: liberamos memorias, limpiamos patrones, sembramos nuevos programas.
Por ejemplo:
“Estoy a salvo si tengo dinero”
“La sexualidad es una expresión de amor y no algo pecaminoso”
El proceso terapéutico empieza desde el instante que decides trabajar conmigo y me escribes con tus datos y el tema que quieras sanar.
es momento empieza a moverse la energía y en muchos casos tú mis@ lo sientes. Muchas personas me cuentan que, incluso antes de recibir la lectura, ya han empezado a soñar, recordar cosas o experimentar cambios importantes.
No es casualidad. Por física cuántica, tu intención ya está abriendo camino.
Yo no elijo a quién leer cada día. Son tus guías quienes me indican cuándo es tu momento.
Puedes ser la última persona en apuntarte… y la primera en recibir el mensaje.
El alma no se guía por nuestro calendario.
Recibirás tu lectura por escrito o en audio, para que puedas volver a ella tantas veces como necesites.
Meses, incluso años después, muchas personas me cuentan que siguen comprendiendo nuevas capas cada vez que la escuchan o leen.
Después de la lectura akáshica, si lo deseas, haremos una sesión individual online.
Se realiza unos días después de la canalización.
En estas sesiones profundizamos, resolvemos dudas y transformamos la información en sabiduría práctica.
Hacemos clics conscientes y acompañamos lo que el alma mostró.
La apertura es el inicio. Las sesiones, el acompañamiento amoroso.
Todo ocurre en un espacio seguro, sin juicio, sostenido por tus guías y por mi canal,
al servicio de tu verdad más profunda.
Tu subconsciente necesita unos 40 días para integrar la nueva información.
Durante este tiempo:
Duerme lo que tu cuerpo te pida
Hidrátate
Aliméntate bien
Puede que te sientas más cansad@ o más vital. Solo permite el cambio. Déjate llevar.
Si has realizado el método MAP y seguido todos los pasos, la raíz del tema trabajado quedaría sanada y no requeriría revisión. El cuerpo y la vida necesitan su propio tiempo para integrar los cambios.
Para cualquier otra preocupación o conflicto, se recomienda esperar 40 días antes de abrir un nuevo Registro Akáshico, permitiendo que la energía del primero se asiente plenamente.
Sea lo que sea que quieras sanar —enfermedad, economía, relaciones, profesión—
su raíz la encontramos en este enorme archivo.
El estilo de vida que llevamos no nos deja tiempo para indagar en nosotros mismos.
Y si además tenemos miedo de encontrar algo que no nos guste…
nos pasamos la vida en piloto automático.
Hipnotizados por la recompensa inmediata, nos perdemos en:
Posesiones materiales
Relaciones basadas en el apego
Trabajos aburridos
Alcohol, drogas (legales o prescritas)......
Todo eso puede ser una anestesia, una forma de no confrontar lo que nos hace daño.
De nada sirve repetir patrones tóxicos, culpar a otros, o seguir cargando con dolor sin darnos permiso de ser felices y plenos.
¿Qué te tiene estancad@ en tu evolución?
¿Qué miedo hay detrás de esa parálisis que te lleva justo donde no quieres estar?
¿Estás list@ para recordar quién eres?
Estoy aquí para acompañarte.
Mariola Arteseros
Visita mi canal de YouTube donde encontrarás mis vídeos informativos sobre Registros Akáshicos, Epigenética, Biodescodificación, Pactos Kármicos, Desencarnados y muchos otros temas.
Cuando pulses en el vídeo o en el logo, se abrirá para verse aquí mismo. Si haces clic en “YouTube” en la barra inferior del vídeo, accederás directamente a mi canal.
Hay animales que claramente son especiales. Pareciera que han estado con nosotros en otras vidas. Y así es en ocasiones: son animales maestros. Puede que tu perro hoy haya sido tu caballo en otra encarnación. Son esos que te miran fijamente, como queriendo que les reconozcas a nivel del alma.
A veces, sus enfermedades no son realmente suyas, sino reflejos de lo que nos están protegiendo o sosteniendo. Abrir sus Registros Akáshicos puede ayudarles a sanar… y también sanarte a ti, liberando aquello que han absorbido por amor, sin que tú te dieras cuenta.
También puede pasar que una mascota reaccione de forma muy distinta según la persona que llega a casa. No es desobediencia, es sensibilidad. Algunas mascotas tienen un nivel de conciencia más elevado de lo que imaginamos, y perciben energías que nosotros no sentimos. Cuando una mascota elige profundamente vincularse con un miembro de la familia, es probable que sea su animal maestro, y que haya algo que compartir o sanar entre ambos desde el alma.
Y no solo los seres vivos tienen memoria energética.
Así como nosotros tenemos archivado cada sentimiento, vivencia o experiencia, los animales, los lugares y los objetos también tienen su propio archivo. Todo deja huella energética.
Piensa, por ejemplo, en un local comercial que ha tenido muchos negocios distintos… y todos han cerrado. ¿No te haría preguntarte si hay algo más ahí?
“Ese sitio está gafado”, diría más de uno. Es energía estancada, y no es la mejor base para tu sueño emprendedor.
Lo mismo ocurre con nuestras casas. Cuanto más antiguas, más memorias pueden contener. No a todos los habitantes les afectará igual, pero puede que alguno se empate con alguna energía en particular y lo empiece a notar en su día a día: cansancio sin motivo, irritabilidad, insomnio, tristeza…
Esto también sucede con objetos antiguos. Comprar antigüedades, muebles o piezas con historia puede traer consigo cargas energéticas que no nos corresponden y que sin saberlo pueden estar afectando nuestro campo. Por eso, estas casas, objetos o locales pueden limpiarse, devolviéndoles su equilibrio.
Y no solo hablamos de lo que hay dentro: también se puede hacer limpieza energética del terreno.
Hoy en día, con el crecimiento de la población, es habitual construir viviendas en terrenos donde antes hubo otros asentamientos antiguos, poblados o incluso enterramientos. Eso también deja huella.
Hay barrios o manzanas enteras donde se percibe algo raro, una densidad difícil de explicar. A veces no es la casa, sino el terreno sobre el que fue construida.
En unas casas se nota más que en otras, y hay personas especialmente sensibles que pueden llegar a ver entidades, enfermar con frecuencia o sentir que nada les sale bien.
Cuando abrimos los Registros Akáshicos de un lugar, de un objeto o de un animal, no lo hacemos solo para buscar fantasmas, sino para liberar lo que no se ve, pero se siente. Para devolver la armonía, la ligereza y la paz, tanto al entorno como a quienes lo habitan.