Un espacio de integración , verdad y transformación
Las sesiones individuales se realizan en línea, normalmente 3 ó 4 días después de haber recibido tu apertura de Registros Akáshicos. Son el complemento perfecto para esa canalización inicial, porque es aquí donde empezamos a aterrizar toda la información recibida y a convertirla en verdadera transformación.
En el Método Almara, este proceso incluye tu apertura de Registros Akáshicos y una sesión individual.
En el Método MAP, se realizan tres sesiones de integración —alrededor del día 0, el día 28 y el día 40—, lo que permite que la transformación se despliegue paso a paso con el tiempo.
Aun así, puedes solicitar sesiones individuales adicionales siempre que lo sientas necesario, sigas o no un método específico.
Cada sesión es un espacio vivo e intuitivo, donde podemos profundizar o ampliar lo que se mostró en la apertura de tus Registros, o incluso abrirnos a información completamente nueva. Según lo que tu alma necesite explorar, puedo trabajar con sanación cuántica, biodescodificación, liberación transgeneracional u otras herramientas que acompañen el proceso.
Cada sesión es única, y lo que se revela en ella es exactamente lo que tu alma está lista para sanar e integrar en ese momento.
Desde el momento que recibes tu Lectura de Registros Akáshicos hasta la sesión por videollamada, te invito a leer o escuchar varias veces tu apertura. Anota todo lo que te resuene, lo que no entiendas, lo que te emocione o te remueva. Esa observación es parte de tu proceso. En la sesión, podrás expresarte libremente, traer tus dudas, compartir lo que sientes o simplemente permitirte ser escuchad@ y acompañad@.
Antes de nuestra cita por videollamada, ya estaré en meditación. Por eso pido puntualidad: porque cuando comienza la sesión, yo ya estoy conectada y preparada para canalizarte. Desde ese espacio, a medida que la sesión vaya transcurriendo, comenzaré a canalizar preguntas específicas recibidas desde tus guías y desde tu Yo Superior. También podré utilizar herramientas como la biodescodificación para ayudarte a llegar a esos momentos de “¡eureka!”, donde algo hace clic de forma consciente y profunda.
Tanto en la apertura de tus Registros como en la sesión individual, puede que no recuerdes conscientemente lo que se te está mostrando. Y está bien. Parte de esa información puede venir de tu memoria celular, de la epigenética familiar, del proyecto sentido (cuando aún estabas en el vientre), de la primera infancia, de vidas pasadas o de experiencias que quedaron bloqueadas porque en su momento no tenías las herramientas para gestionarlas. Si tienes Portales abierto donde se han colado entidades, las limpiaremos y cerraremos.
A pesar de no recordar la situación exacta o el evento concreto, sí reconocerás lo que sientes. Reconocerás la emoción, el colapso, el patrón… ese algo que te ha acompañado toda la vida y que has intentado comprender con otras terapias, pero nunca terminabas de encontrar su origen. Lo que recibirás en estas sesiones te resonará profundamente, porque el alma sí lo recuerda, aunque tu mente consciente no lo haga.
Y es ahí donde comienza la transformación: cuando dejas de ver tu dolor como algo confuso, y empiezas a comprenderlo desde otro lugar. Pasamos de tener solo datos… a tener sabiduría. Y esa sabiduría libera, sana.
Estás acompañad@ en todo momento por tus guías espirituales, por tu Yo Superior y por mi presencia amorosa pero firme, como canal.
Creamos junt@s un espacio seguro, sin juicio, donde todo lo que emerja será sostenido con amor, comprensión y respeto por tu proceso.